La importancia de la postproducción en un evento
A la hora de desarrollar un evento, tan importante es el contenido del mismo, como la planificación de redes sociales, la decoración, la escenografía, el sonido y en general la incorporación de todos esos equipos audiovisuales que van a complementar el acto y a favorecer su éxito. La grabación de un evento o de diferentes elementos del mismo cada día adquiere más importancia, pues el contenido audiovisual es clave para la estrategia de muchas empresas. Por tanto, hoy queremos centrarnos en esa postproducción llevaba a cabo tras el desarrollo de un evento.
La postproducción hace referencia a la etapa final de la producción. Para ello, debemos contar primero con esa materia prima y esos brutos que van a dar forma al resultado final. Una buena recopilación de vídeo y sonido es clave para empezar a trabajar. Es importante saber seleccionar el material adecuado e ir añadiendo los elementos necesarios, el off, los efectos de sonido, efectos de vídeo, texto… El objetivo es darle forma al contenido de una manera llamativa, que aporte un plus y refleje los valores de la empresa, en cada caso. La postproducción perfila y retoca detalles y permite mejorar unas imágenes a través de un tratamiento específico que puede favorecer el color, la luz, el sonido y los matices de cada una de las escenas.
Igual que la postproducción en cine es fundamental para el éxito de la película, también lo es en otros muchos contextos. En la grabación de un concierto, por ejemplo, o de una exposición o de un evento de presentación de empresa. Una buena edición de vídeo es sinónimo de un gran resultado. Hay que planificar, producir, editar, distribuir y analizar. Cada uno de esos aspectos es fundamental para valorar los objetivos programados previamente.
Es por ello, que el trabajo no acaba con la realización del evento. Tras el desarrollo del mismo y dejando de lado la parte más técnica de postproducción del contenido audiovisual, es importante también abordar una serie de aspectos para así plasmar los objetivos conseguidos. Conocer el enfoque, las reacciones de los asistentes, las interacciones creadas en redes sociales, en los medios, los contactos obtenidos y en general, medir el éxito o fracaso del evento es igual de importante que su planificación y desarrollo.